21.4.08

Diez Estrellas cap. 3

(Cap 3) Diez Estrellas
Escena 3 Bernardo, el espadachín

Unas horas después...
(La casa/ escenario esta vacía. Entran por la entrada/ bastidor derecho ALBERTO, ZORRILLA, LAURA, AMAYA y MAHRJA)
LAURA- Lo que ha costado explicárselo a la policía. (Se gira hacia ZORRILLA y ALBERTO) ¿Era necesario contarles lo de Carlos Sobera? (ALBERTO y ZORRILLA se ríen por lo bajito)
AMAYA-(a MAHRJA) Por cierto, hablando de la policía ¿Sabes si...?
MAHRJA- Dos “polis” lo estaban comentando. No consiguieron acertar a la Beckham, como es tan delgadita... Y no fue por que no lo intentaran, no. Que fallaron tantos tiros que dieron a la negra, a la deportista, a tres de la primera fila y al vendedor de recuerdos.
ALBERTO- ¿Dónde esta Paco?
MAHRJA- Dijo que era muy tarde y se fue.
ALBERTO-¿Tarde? (se mira el reloj) ¡es tardísimo! Amaya, tenias que estar en la cama hace tres horas. Mahrja, tu tienes examen de matemáticas mañana. ¡Venga a la cama! ¡Va!
(Salen todos. Se apagan las luces. Entra ALBERTO, detrás de él, MAHRJA. Por el lado contrario entra BERNARDO casi dormido)
ALBERTO y MAHRJA- Voy a ver si quedan de esos montaditos.
(Los tres coinciden en una nevera o parecido. Los tres se sorprenden al verse)
BERNARDO- ¡Un ladrón! ¡Bellaco, preparaos a pagar tan arriesgada afrenta!
ALBERTO- ¿Qué?
MAHRJA- Bernardo, has vuelto ¿Qué tal por...?
BERNARDO- ¡Apartaos joven Mahrja, un alieno al hostal ha entrado a saber con que aviesas intenciones!
MAHRJA- No es un alieno... sea lo que sea eso.
ALBERTO- ¡¿Alguien me quiere explicar que es lo que pasa?!
BERNARDO- ¡Silencio, allanador! ¡Aquí las cuestiones las hago yo! ¡¿Qué buscáis?! ¡¿Dinero, comida o la flor de una inocente y casta muchacha?!
ALBERTO- ¿La flor de una muchacha? (MAHRJA le susurra al oído) ¡No!
BERNARDO- (desenvaina su espada) Preparaos.
(Entran LAURA, ZORRILLA y AMAYA)
LAURA- ¡Bernardo va hacer una brocheta de Alberto! ¡Tenemos que ayudarle!
AMAYA- Quieta, veamos primero como acaba.
BERNARDO- ¿Conocéis a este sujeto pérfido a la ley?
AMAYA- ¡No! ¡Y ensártalo de una vez!
LAURA- ¡Amaya! Sí, Bernardo, le conocemos. Se llama Alberto.
BERNARDO- ¿Y por que no esta dormitando en su morada?
LAURA- Esta es su morada... digo, su casa.
BERNARDO- ¿Su casa?
ZORRILLA- La señora March se ha ido y allanador... quiero decir, Alberto administra el dinero de los alquileres.
BERNARDO ¡Pardiez! ¿Cómo va entrar varón alguno en esta pensión? ¡Peligra la integridad de los miembros de la casa!
LAURA- ¡Eso mismo dije yo!
ALBERTO- ¿Y tú que eres? ¿Un elefante?
LAURA- Ya os iréis acostumbrando el uno al otro. Vamos a dormir. (Se van. Se quedan solos BERNARDO y ALBERTO)
BERNARDO- ¿Dónde dormís?
ALBERTO- Aquí en la habitación de al lado de la de Laura.
BERNARDO- Demasiado peligroso. Dormirás aquí, en el salón. (Con la mano en la empuñadura) ¿Alguna objeción?
ALBERTO- ¡Qué va! ¡Con lo que me gusta este sofá-cama... (Intenta abrirlo, pero no puede) que ni siquiera es cama!
BERNARDO- Buenas noches. (Se va)
(ALBERTO se tumba y duerme en el sofá)

Unas horas después...

(Entra ZORRILLA)
ALBERTO- (en sueños) Devuélvemela, Carlos... ¡Me da igual tu ceja! Devuélveme a Laura ¡No, no quiero el comodín del publico! Por favor, la quiero con toda mí… ¡Y yo que sé de que signo es Britney Spears!
(ZORRILLA despierta a ALBERTO)
ALBERTO- ¿Qué?
ZORRILLA- Hay que preparar el terreno
ALBERTO- Aclárate ¿Por qué has venido a aquí?
ZORRILLA- ¿No recuerdas nada de ayer?
ALBERTO- Pues claro, estaba en el club jugando al whist, cuando comentamos la noticia del Morning-Chronicle. El ingenuo Andrew Stewart no creía que fuera posible realmente dar la vuelta al mundo en 80 largos días. Sin embargo, tu y yo le demostraremos que si es posible. Haga las maletas, Señor Picaporte.
ZORRILLA- ¡Bebiste más de lo que pensé! Lo que pasó anoche es que bebiste más de la cuenta, te fuiste de lengua y me contaste tus dos secretos.
ALBERTO- ¡Por favor, no le digas a nadie que me gustan los Brincos ni que duermo con una foto firmada de Sonia Monroy!
ZORRILLA- No eran esos secretos, pero… (Saca una libreta, donde lo apunta) Hablo de la nota de selectividad y de que te gusta Laura. Bien, lo mejor…
ALBERTO- ¿Qué pretendes?
ZORRILLA- Pues que salgáis, No eres gran cosa, pero a Laura le conviene salir más de vez en cuando, además no hay mucho que hacer por este hostal. Como iba diciendo, lo mejor es que aproveches tu condición de cateado para arrimarte a Laura. Hazte el encantador durante una semana o dos, y yo haré el resto.
ALBERTO- ¿Y tu que sabes de romances?
ZORRILLA- La pregunta ofende. Yo presenté Brad Pitt a Jennifer Aniston.
ALBERTO- Así les fue.
ZORRILLA- ¡¿Qué insinúas?!
ALBERTO-¿Cómo le pido a Laura que estudiemos juntos?
ZORRILLA – Pues…
(Entra LAURA)
ZORRILLA-… un huevo, dos tazas de leche y mucho azúcar. ¿Que tal, Laura?
LAURA- He dormido fatal, Bernardo ha estado montando guardia en el pasillo. ¡Ni que yo fuera el Papa!
ALBERTO- Yo pensaba que en esta residencia no entraba más hombre que el tipo que reparó la tele.
LAURA- Es que Bernardo es… Bernardo.
ALBERTO- Brillante conclusión.
LAURA- Lo que quiero decir es que nunca le hemos visto como un hombre.
ALBERTO- Y el bulto de sus pantalones, ¿Qué es? ¿Un boli?


LAURA- El esta siempre con su sable, practicando por ahí, y protegiéndonos de los mirones. (ALBERTO mira los pechos a LAURA) Nunca le hemos visto excitado, ni mirando las tetas, ni siquiera un simple comentario tipo “estas muy guapa”… (LAURA se da cuenta de la mirada) Se que las mutaciones genéticas son cada vez mas comunes, pero aun así mis ojos siguen aquí arriba.
ALBERTO- Pero es un hombre. Y por definición, había hombres en la casa.
(Entra BERNARDO, antes de que el pueda decir nada, ALBERTO camina hasta el y señala su zona genital)
ALBERTO- ¿Ves? El tener pene. ¡El ser hombre!
BERNARDO- ¿?
(LAURA y ZORRILLA se ríen)
BERNARDO- Vayamos prestos a la cuestión que nos ocupa. No vivís más aquí
(Silencio)
ALBERTO- ¿Eso es todo?
BERNARDO- Eso es todo.
ZORRILLA- Pero algo habrá que podamos hacer.
BERNARDO- Podría ganarse el derecho de guarecer aquí, si me demuestra que tiene la fuerza necesaria. Podría… jugarlo en un duelo.
LAURA- ¡Pero no podrá ganar!
BERNARDO- Lo sé. Iré a por los espadines de madera. (Sale)
ALBERTO- ¡Por favor, dime que ha escogido un duelo porque se le da fatal!
LAURA- Definitivamente, no.
ALBERTO- (Gesto de disgusto) ¿Dónde viviré?
ZORRILLA- Alberto, ¿No puedes irte otra vez a casa de tus padres?
ALBERTO- Demasiado tarde. Mis padres han realquilado mi habitación a dos familias de inmigrantes. (Sollozos) No me queda más remedio que irme a vivir a un piso de estudiantes. Iré a por una mascarilla anti-gas. (Más sollozos)
LAURA- No está todo perdido, a lo mejor tienes un golpe de suerte y ganas.
(Entra BERNARDO con los espadines)
BERNARDO- Coge (pasa uno de ellos a Alberto)
(Ambos se ponen en guardia)
ZORRILLA- Recuerda, lo más importante es que no te pongas nervioso.
(BERNARDO da un paso adelante. ALBERTO se asusta y sale corriendo del escenario. LAURA y ZORRILLA salen por el otro lado)

Unas horas después…

(MAHRJA y ZORRILLA están viendo la televisión. Entra AMAYA llorando)
ZORRILLA- ¡Amaya llorando! ¡Dios existe!
MAHRJA- Zorrilla, ¿Cómo puedes ser tan cruel? Amaya, ¿Quieres que nos vayamos a otro sitio y me cuentas lo que te ha pasado?
(Las dos van al cuarto de lavadoras)
AMAYA- Estaba en el patio, cuando todas empezaron a hablar de ir a la fiesta de Mar. Pregunté si podía ir y me contestaron que no era lo bastante mayor. (Rompe a llorar)
MAHRJA- Ya crecerás.
AMAYA- ¡Si, pero la fiesta es mañana! ¡He de crecer para mañana! (sale por la izquierda)
(MAHRJA vuelve al salón. Entra ALBERTO agachado)
MAHRJA- Mira, el escondido. ¿Dónde has estado todo este tiempo?
ALBERTO- He estado en el parque, hasta que me han echado por pensar que era un camello.
MAHRJA- Me recuerda a las inspecciones de aduana. Dejaron pasar sin mas a tres hombres con barba, turbantes enormes y que cuchicheaban “Alá es grande”. Pero a mí… ¡Que cacheo! Cuatro guardias amasándome. ¡Babosos!
ALBERTO- ¿Sigue aquí Bernardo?
MAHRJA- Sí.
(Entra AMAYA con tacones, le cuesta mucho andar)
AMAYA- ¿Cuántos años me echariais?
ZORRILLA- A juzgar por los temblores, ochenta y nueve.
AMAYA- Lo reconozco, no se me da bien andar con tacones, será mejor que pruebe otra cosa. ¿Alguna sugerencia?
ZORRILLA- Prueba a fumar, eso es muy de adulto.
ALBERTO- No le hagas caso. Fumar no te hace mayor.
MAHRJA- (a Zorrilla) ¿Tu fumas?
ZORRILLA- No, pero si Amaya empieza podemos jugar a esconderle el paquete.
MAHRJA- ¡Me apunto!
AMAYA- Hablo en serio.
MAHRJA- ¿Seguro que no hace un pitillo?
AMAYA- (enfadada) ¡Si!
MAHRJA- Vale, vale. ¿Y por que no te pones un poco de maquillaje?
AMAYA- ¿Quién me ayuda?
MAHRJA- Yo no puedo. Tengo que hacer un trabajo de educación física. (Saca una libreta de su mochila y la lee) “Grabar en ropa interior”. Es el trabajo más raro que me han mandado en mi vida. (Se va por la izquierda)
ZORRILLA- Yo te ayudaría, pero ahora estoy muy ocupada. (Cambia de canal).
ALBERTO- Te ayudaré. Pero te advierto que… (BERNARDO sale de detrás de algún mueble)
BERNARDO- ¡Huir es de cobardes! (ALBERTO sale) ¿Por qué no se deja atrapar para que pueda ganar de una vez? (Sale detrás de el)
AMAYA- Por favor, ¿Te acuerdas de aquella botella de whisky que me encontré en tu cuarto y no se lo dije a nadie? Me lo debes después de eso.
ZORRILLA- Te lo pagué con lo del experimento de clonación. ¿O no te acuerdas de Zorrilla 2?
AMAYA- Vale. Pero, ¿Qué me dices tu de esto? (Saca un papel, empieza a leerlo) “Debajo del sofá, horno, enterrada bajo el árbol del jardín… ¿Parque de enfrente?
ZORRILLA- Son todos mis escondrijos de ginebra ¿Como los has averiguado?
AMAYA- O me ayudas a maquillarme o le doy esta lista a Alberto.
ZORRILLA- Vale, no hay que tomar decisiones de las que luego podamos arrepentirnos.
AMAYA- ¡Pues vamos!
ZORRILLA- Podríamos empezar por una base, luego sombras y retoques, y por ultimo, el noble y milenario arte del relleno. (Salen las dos)
(Entran Bernardo y Alberto, los dos con espadín)
BERNARDO- Disponeos a hacer los equipajes y arreos. Porque pienso ganar. (Lanza una estocada, Alberto cierra los ojos y corre gritando, hasta que por casualidad, hace un “tocado” a Bernardo) Es… imposible… Como habíamos estipulado, os quedáis aquí… ¡No! No puedo dejarte.
ALBERTO- Pero es lo que habíamos acordado. Además, yo…
BERNARDO- ¡Iros!
ALBERTO- No…
(En ese momento entra AMAYA con un maquillaje exagerado y un relleno absurdo. BERNARDO y ALBERTO la miran y ríen)
AMAYA- ¿Qué? ¿No os gusta? Pues, para que lo sepáis, esta es la ultima moda. (Se va indignada)
(ALBERTO y BERNARDO se ríen)

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